El 27 de junio celebramos la vida y el legado del Doctor Ricardo Uribe Jaramillo con una de las cosas que más disfrutaba: el jazz. Una noche inolvidable junto a la Big Band de Medellín y el maestro Jaime Uribe Espitia.

Por: Sara Mesa Pérez
Legado
Un legado es huella, puente y semilla. Es la melodía que permanece cuando nuestras voces se apagan, la luz que brilla más allá de nuestro horizonte, la historia entrelazada con la eternidad. Un legado es aquello que perdura en el alma del mundo.
En 1998, recién abiertas las puertas de nuestra sala, el Teatro Metropolitano acogió el Festival de Jazz de Medellín, una propuesta que a su vez dio origen a la Big Band de Medellín, fundada por los maestros Juancho Vargas, Luis Uribe, Jaime Uribe y el Doctor Ricardo Uribe. Con más de veinte versiones, este festival fue pionero en la ciudad y logró reunir grandes figuras vocales e instrumentales nacionales e internacionales.
Ricardo Uribe fue uno de los primeros directores que tuvo el Teatro. Quienes lo conocieron, lo describen como un hombre de personalidad inmensa y encantadora: sensible, gran amigo, bromista, jovial espontáneo y alegre.
"Esta noche los invitamos a celebrar la vida y uno de los legados de Ricardo... Sabemos que donde quiera que esté, su espíritu esta noche cantará New York, New York, como lo hiciera tantísimas veces sobre este escenario". María Patricia Marín. Directora del Teatro Metropolitano

Jazz
Latido sincopado, libertad, belleza, encuentro, rumor. Bendita su magia que nos une.
Esta noche, con nuestra casa llena, escuchamos sus melodías mientras reímos, cantamos y bailamos.
Que el jazz siga habitando nuestras tablas, como el Doctor Ricardo Uribe hubiese anhelado, siempre.