El director colombiano Andrés Orozco-Estrada regresa a Colombia y al Teatro Metropolitano, su casa musical en Medellín, tras debutar en el templo de la ópera, el Teatro alla Scala de Milán.
Por: Sara Mesa Pérez
“Vehemente, espiritual, pasional y enérgico”. Así lo han descrito los medios y la crítica especializada. Comenzó dirigiendo orquestas imaginarias en la sala de su casa, jugando con la antena de un televisor viejo; ahora, es uno de los directores latinoamericanos más relevantes del mundo.
Sus inicios
Andrés Orozco-Estrada nació en Medellín, Colombia, y comenzó su formación artística en el Instituto Musical Diego Echavarría a temprana edad con el violín. A los 15 años recibió sus primeras lecciones de dirección y, en 1992, inició sus estudios profesionales bajo la guía de los maestros Cecilia Espinosa y Alejandro Posada.
En 1997 se trasladó a Viena, donde fue aceptado en las clases de dirección de Uroš Lajovic, alumno del legendario Hans Swarowsky, en la renombrada Hochschule für Musik und darstellende Kunst. Desde entonces, ha dirigido algunas de las orquestas más prestigiosas del mundo, como la Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Viena, la Orquesta Nacional de Francia, la Staatskapelle de Dresde y la Filarmónica de Nueva York.
Lo más reciente
El maestro Orozco-Estrada ha construido con amor y dedicación un camino hacia la excelencia artística. En 2023, se convirtió en el primer director colombiano en debutar en el Teatro alla Scala de Milán, con la ópera ‘Las bodas de Fígaro’ de Mozart.
Actualmente es el Director Titular de la Orquesta Sinfonica Nazionale della Rai y, a partir de la temporada 2025-2026, asumirá el cargo de GMD de la ciudad de Colonia y Gürzenich Kapellmeister.
‘Tosca’ en el Teatro Metropolitano
Luego de su éxito en 2023 como director de ‘La Traviata’ y ‘Las bodas de Fígaro’, Andrés Orozco-Estrada regresa al Teatro Metropolitano, su casa musical en Medellín, para dirigir ‘Tosca’, de Giacomo Puccini.
“La música de esta ópera es absolutamente fantástica. Es una obra maestra y esto lo digo no solo desde el punto de vista intelectual y del conocimiento, sino del emocional. Creo que es una música y una historia que independientemente de que a uno le guste o no su desenlace, es una obra de arte que siempre se disfruta y por consiguiente que vale la pena desde la primera nota hasta la última”.